Nota: Profesor Humberto Guglielmin. –
GRAN BRETAÑA
* En el año 2006 un policía musulmán de Scotland Yard no quiso hacer guardia frente a la embajada de Israel en Londres; esta negativa no fue tomada como una desobediencia, y se lo trasladó a otro destino. Hoy, la pertenencia o no al islamismo es un factor que los jefes deben tener en cuenta al momento de decidir los destinos del personal.
* Se denunciaron casos de médicos británicos de religión musulmana que se niegan a atender a pacientes del otro sexo o a responder preguntas relacionadas con enfermedades sexuales transmisibles o el abuso del alcohol.
* Una cadena de supermercados Londinense permitió a sus empleados musulmanes no tocar con sus manos ningún producto relacionado con el cerdo o el alcohol.
* El gobierno británico autorizó a farmacias musulmanas a negarse a vender productos anticonceptivos.
EL PODER DE LA MEZQUITA
En Gran Bretaña la bigamia es un delito, pero el Ministerio de Trabajo y Pensiones permite a los polígamos musulmanes pedir y obtener asignaciones familiares por cada esposa, hasta cuatro. Según el Sunday Telegraph, en poco tiempo la poligamia puede llegar a ser reconocida formalmente y ser ley. En el Reino Unido los musulmanes todavía no británicos, son más de 3 millones. No se ha logrado una manera eficaz de detener ingreso ilegal de migrantes al Reino Unido, a pesar de su condición insular y su gigantesca marina.
Los musulmanes están autorizados a tener hasta cuatro esposas, con la condición de que a cada una de ellas el esposo le dedique el mismo tiempo y la provea de igual cantidad de dinero; un “privilegio” más reservado para los musulmanes ricos. En ningún lugar del mundo las diferencias entre ricos y pobres son más pronunciada que en el mundo islámico, sin excepciones.
Cualquier británico que tuviera varias esposas podría ser castigado con hasta siete años de cárcel; pero el británico musulmán puede tenerlas, y hasta pedir asignación familiar por cada una de ellas: 92 libras (123 Euros) semanales por la primera y 33 libras por cada una de las restantes. Este subsidio, el Estado lo deposita en la cuenta corriente del varón. También se les dan otros beneficios, como descuentos en la “council tax” (descuentos especiales para estudiantes y personas discapacitadas) porque, dado el numeroso grupo familiar, necesitan viviendas con mayor espacio. Ante las airadas preguntas de la prensa, el Ministerio de Trabajo y Pensiones informó que las personas que habían pedido y obtenido estos privilegios eran solo unos miles.
Para la mayoría de los británicos lo peor de esta disposición del gobierno está en el hecho de que este privilegio fuera aprobado por el gobierno exclusivamente para la minoría musulmana, pasando por encima de dos principios básicos: la igualdad de todos los británicos ante el fisco y la igualdad jurídica entre el hombre y la mujer. Debido a las protestas, esta cuestión fue sometida a revisión por los Ministerios del Tesoro, de Pensiones, del Interior y de Impositiva y la conclusión fue que: frente a un matrimonio polígamo válido, realizado ante un imán, por un peticionante británico, se le deben dar las asignaciones familiares establecidas.
La explicación a esta increíble respuesta está en que ya existen en el Reino Unido, en forma legal, más de 100 tribunales de la Sharía que imparten justicia dentro de la comunidad islámica desde una óptica coránica, y existe terror a limitarle o quitarle alguna de las atribuciones ya conseguidas. Peor aún, como esta autonomía legal islámica se justifica en el proyecto de una sociedad multicultural y de diversidad religiosa, cuenta con la aquiescencia del Arzobispo de Canterbury y de la Corte Suprema del Reino Unido.
Estamos ante la renuncia del Estado al monopolio de la Justicia y la igualdad ante la ley. La “Common Law” deja de serlo porque parte de sus leyes son dictadas por la Mezquita, que resolverá los contenciosos dentro de la numerosa comunidad musulmana británica.
LAS POSIBLES CONSECUENCIAS
El diputado Chris Grayling afirmó que esta decisión es absolutamente injustificable y que multiplicará los pedidos de que en la ley británica se vean reflejadas otras costumbres de otros países (musulmanes). Otros opinaron que se trata de un privilegio absurdo que en realidad retrasa la integración y provoca la irritación de los británicos no musulmanes. En Canadá, en la provincia de Toronto, se había permitido que los musulmanes pudieran zanjar sus problemas según los dictados de la Sharía, el código de justicia islámico, pero por los conflictos legales surgidos, se determinó su supresión.
Según el diario Times, como en los países dominados por el integrismo musulmán, los castigos que la ley islámica impone y que nosotros consideramos extremos son la norma, no faltará mucho tiempo para que en el Reino Unido estos tribunales islámicos ordenen cortar la mano a los ladrones y a morir lapidadas las mujeres acusadas de adulterio; también vendrá la facilidad para repudiar a las esposas, la mutilación genital femenina, la severa condena a los matrimonios mixtos, la subordinación legal de las mujeres, el duro tratamiento a los homosexuales, etc.
Todavía no se ha dado el temido caso de un conflicto grave entre la “Common Law” y la justicia de la Sharía; pero podría darse el caso de que un ciudadano británico, por la razón que fuere, resultara implicado junto con musulmanes en un delito grave y fuera requerido por la justicia de la Sharía, y castigado de manera inaceptable para la justicia común…¿Qué pasaría?
La reacción de los británicos ante este “apartheid legal” ha sido tibia, llena de temor y angustia ante una eventual reacción violenta si el recorte de estos privilegios se llevara a cabo; temen un grave choque de culturas de consecuencias imprevisibles. Ya es tarde para cualquier cambio. Hubo poca previsión.
Los funcionaros más jerarquizados escapan al verdadero problema y pretenden tranquilizar a la población hablando de adaptación a los nuevos tiempos demográficos y de la necesidad de enfocarse en el revolucionario proyecto de formar una sociedad multiétnica y multicultural, proyecto que, visto lo que está sucediendo en el resto de Europa, muchos ven como utópico
Se han identificado libremente como musulmanes más de 4.000.000 de habitantes del Reino Unido; para muchos esta cifra es vista como escandalosa pero, otros la ven como muy pequeña porque desde hace más de 150 años, como se les facilitaba la ciudadanía a los inmigrantes, muchos habitantes de su imperio colonial comenzaron a trasladarse a la metrópoli; sus descendientes siguen manteniendo en la actualidad su identidad musulmana y, con toda razón figuran como británicos, pero hay muy pocas dudas de que son tan musulmanes como sus padres y abuelos. Pocos, antiguos o nuevos inmigrantes, se muestran dispuestos a integrarse plenamente a su país de residencia. En muchos barrios de Londres y otras ciudades, la población blanca de origen cristiano es mínima.
MUAMMAR AL-GADDAFI
Fue el líder absoluto de Libia desde el año 1969 hasta su cruel muerte el 20 de octubre del año 2011. Era un joven coronel, y llegó al gobierno acusando al Rey Idris y a su gobierno de corrupción. La supresión de la Monarquía le significó un enorme apoyo popular, lo que le permitió mandar a juicio al propio ex Rey y a más de 200 altos funcionarios. Muy pocos fueron liberados, la gran mayoría fue sentenciada a pesadas condenas o a la muerte.
Durante su gobierno trató de ir eliminando los regionalismos y tribalismos extremos, gracias a su riqueza petrolera pudo mejorar los ingresos de los menos favorecidos, impulsó la unidad política dentro de la propia Libia y entre los países árabes, y puso a su país en un nivel de importancia que nunca había tenido antes etc. pero también: prohibió las huelgas, impuso dura censura a la prensa, expulsó de Libia a los judíos y a los italianos (Libia fue colonia italiana), nacionalizó las empresas petroleras, se entrometió en la política interna de países europeos, árabes y africanos y en 1973 exigió a la OPEP el embargo del petróleo a Israel y a occidente etc. etc.
Su enfrentamiento a USA y a Israel, su ayuda a todos los movimientos contestatarios y las medidas demagógicas tomadas para consumo interno, le dieron mucha popularidad dentro y fuera de Libia pero, al mismo tiempo fomentó el culto a su persona y fue inclinándose por la pendiente del autoritarismo hasta la tiranía. Se convenció de que era un ser superior al resto de los mortales y sus gravísimos abusos, de todo orden, lo fueron transformando en odioso tanto dentro como fuera de Libia.
Este señor, se permitió decir públicamente lo que muchos musulmanes políticamente importantes se callaban:
“Hay signos de que Alá garantizará la victoria islámica sin espadas, sin pistolas, sin conquista. No necesitamos terroristas ni suicidas. Los más de 50 millones de musulmanes que hay en Europa la convertirán en un continente musulmán en pocas décadas”. Discurso pronunciado en el año 2006.
En agosto del año 2010 en una ruidosa visita a la Italia de Berlusconi, Gaddafi dio una “Clase de Corán” a 500 muchachas previamente seleccionadas por su belleza, las instó a que se conviertan al islamismo y le regaló a cada una un libro del Corán, y les aseguró que “el islamismo debería ser la religión de toda Europa” y que “el primer paso para la islamización de Europa será la entrada de Turquía a la Unión Europea.”
En el año 2009 también había visitado Roma y dado una clase sobre el Corán, destinada solo a muchachas de entre 20 y 35 años, que superaran el 1,65 m de altura y que no tuvieran minifaldas y escotes demasiado atrevidos… ¿Será este tipo de gobernantes los que en poco tiempo tendrán los europeos? ¿La democracia y el respeto a la ley, pasarán a ser solo un recuerdo de tiempos pasados? ¿Europa será Eurabia?
Fuente: “Corriere della Sera”
Nota: Profesor Humberto Guglielmin