LAS COMETIERRA

Nota: Profesor Humberto Guglielmin. –

LA LECTURA COLECTIVA
Días atrás las cámaras oficiales de la Provincia de Buenos Aires mostraron al gobernador Axel Kicillof leyendo un libro para escolares calificado de porno, que gratuitamente mandó a todos los colegios de la provincia de Buenos Aires. Aceptando su luminoso ejemplo, centenares de mujeres con mucho tiempo libre y algunos hombres, decidieron hacer una lectura colectiva del libro “Cometierra” y otros, que describen en forma explícita escenas de sexo oral, lesbiano, hétero y homosexual. Estuvieron presentes las autoras.
El objetivo era dar un golpe de efecto y contrarrestar con su imaginaria autoridad intelectual, la presión de los padres de alumnos menores de edad para que las escuelas no se presten a tener en la biblioteca libros con semejante contenido. Sin embargo, las integrantes de esa reunión, evitaron cuidadosamente demostrar que eran falsas las afirmaciones de los padres de familia referidas a que esas lecturas podían ser causas de gravísimos problemas morales y sicológicos a muchos niños y niñas.
Aunque el ministerio de Educación de la Provincia afirmó que esos libros son obras artísticas, su evidente falta de vuelo literario lleva a pensar que el ministerio tiene una concepción demasiado amplia de lo que es la buena literatura. Si no fuera por el contenido porno y el destino que se le dio, esas novelas no interesarían a nadie.

ESCRITORAS Y PADRES
Dada la edad promedio de las damas asistentes, no parecía que la mayoría de ellas fueran madres de niños en edad escolar. Este detalle es muy importante porque al no serlo, ellas ya no tienen activas las alarmas que todo padre tiene sobre sus hijos adolescentes. La opinión de quienes son padres en este momento, debe tener preferencia sobre la opinión de quienes hace décadas dejaron de serlo, pues las cosas se modifican rápidamente y ser padres hoy es mucho más difícil que ayer. El Ministerio de Educación no debería entrometerse y complicarles a los padres la tarea de educar a sus hijos.
En el comunicado final de ese acto el profesor Julián López abogó por
– “Una defensa irrestricta de los libros, de los planes de lectura y de las bibliotecas…” Completamente de acuerdo con ese objetivo, pero no que se defienda la lectura de cualquier libro. El Ministerio de Educación no debe recomendar para escolares libros que presenten en forma simpática temas como el sexo placentero, la droga, el racismo, las discriminaciones o figuras como Hitler y otros genocidas. ¿Permitiría libros así en aras de la defensa “irrestricta” de los libros? Irrestricto significa sin limitaciones y libros como Cometierra y otros, para menores de edad y sin diferenciar grados de madurez entre el alumnado, deben tener la restricción de estar fuera de la escuela.
– “Las escritoras y escritores…no pueden permitir la ridícula ofensiva oscurantista…” No es oscurantismo, es responsabilidad. Esas escritoras y escritores no están en las aulas y no saben nada de lo que allí sucede, y por eso escriben para adolescentes cualquier cosa que las lleve a la notoriedad. Si esas escritoras estuvieran tratando o leyendo lo que escribieron frente a un aula con más de 30 muchachos y chicas, se verían desbordadas y ridiculizadas por acotaciones, risas cruzadas, preguntas pícaras y de doble sentido etc. Como docentes no durarían una semana. Esa es la realidad de cualquier aula bonaerense y no la que imaginan desde su escritorio. Esto también vale para todos los sabiondos funcionarios del Ministerio de Educación que, sin haber ejercido largamente la docencia frente a los alumnos en escuelas y colegios, terminan decidiendo tonterías sobre un tema cuya realidad desconocen, la educación.

EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Este Ministerio no debería recomendar la lectura de esos libros y desligarse alegremente de las muy diferentes consecuencias graves que podrían producir en niños y niñas la lectura de semejante material. Australia prohibió el uso de las redes sociales a los menores de 16 años por considerarlas peligrosas para su salud moral… ¿los lunáticos son ellos o nosotros?
La provincia de Kicillof arriesga la posibilidad real de pervertir a muchos menores de edad y disparar los casos de pedofilia en mayores, al establecer que esas lecturas se hagan con el acompañamiento de un profesor, como si todos ellos tuvieran las condiciones morales para tan delicada tarea. ¿imaginó las posibles preguntas y conductas que podrían surgir de lecturas escolares tan explícitas? ¿La provincia se haría cargo de sus posibles consecuencias? La provincia no debe avalar estos riesgos. En estos asuntos, los directores de colegios, con más sentido común, podrían sustituir con ventajas al Ministerio de Educación de la Provincia.
Todo este asunto parece una maniobra de distracción del Ministerio: nos hace discutir sobre este tema, cuando en realidad debería explicar por qué los alumnos bonaerenses se desempeñan tan mal en lectura, matemáticas, comprensión de textos, lengua, física y química… De la información sobre sexo se deben encargar los docentes de biología, los padres, las lecturas personales sobre el tema, los medios de comunicación y los amigos. Vivimos en una sociedad hiper sexualizada, donde no está informado el que no quiere; y esa negativa -por la razón que fuere- hay que respetarla, no se puede forzar lo contrario. Es muy peligroso.

El Ministerio podría preocuparse por el nivel académico de los docentes; de los vergonzosos sueldos que reciben; de la indisciplina en las aulas; de las docentes que, recortadas por completo de autoridad, enfrentan alumnados tan difíciles que en poco tiempo terminan con largas licencias o carpeta siquiátrica; de la decisión de no diferenciar en las notas al alumno que se esfuerza, de aquel que solo va a impedir a sus compañeros el ambiente para el aprendizaje; de tratar a los Directores de Colegios como menores de edad al no permitirles tomar medidas disciplinarias y académicas de sentido común; de por qué le escapa a la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) etc. Estos son los problemas sobre los que debiera dar una respuesta seria. ¿Es pedirle demasiado?

Como el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires no da pruebas de vida en temas importantes, trata de demostrar su existencia distrayéndonos con el ruido de esta frivolidad irresponsable.

Nota: Profesor Humberto Guglielmin
guglielmin.humberto@live.com

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